Los trastornos del sueño, y de forma particular el insomnio, son motivo de consulta y un buen número de las demandas por este cuadro clínico se resuelven con tratamiento psicológico.
El insomnio es el trastorno del sueño más frecuente. Las personas mayores tienen mayor riesgo de padecerlo por los cambios de estilo de vida, la mayor incidencia de problemas de salud y el mayor uso de medicación.
Un 15% de pacientes que se queja de insomnio, percibe las consecuencias clínicas diurnas del insomnio, es decir que experimenta una repercusión sobre el funcionamiento al día siguiente.
El insomnio es un problema clínico complejo en cuyo origen o aparición, desarrollo y mantenimiento intervienen múltiples factores:
-Predisponentes: género, edad, nivel socioeconómico, estado de salud, genéticos, psicológicos como la tendencia a los pensamientos recurrentes, predisposición a inhibir la expresión emocional y propensión a percibir sentimientos negativos.
-Precipitantes: situaciones estresantes
-Perpetuantes: miedo a no dormir, desarrollo de hábitos erróneos, comportamientos y creencias inadecuadas en relación con el sueño .
Durante la noche los pacientes con insomnio manifiestan:
- Dificultad para conciliar el sueño
- Dificultad para mantener el sueño
- Despertar adelantado
- Sueño no reparador
Durante el día:
- Síntomas de ansiedad y depresión
- Disforia
- Déficits leves de atención y concentración
- Déficits de memoria
- Déficits en las funciones ejecutivas
- Excesiva somnolencia
- Fatiga
La influencia del insomnio sobre la salud empeora el estado de salud en general y la percepción de la propia salud. Produce fatiga diurna y alteraciones del humor, irritabilidad, tensión o indefensión. El insomnio crónico no tratado puede ser uno de los factores de riesgo para desarrollar depresión.
Los pacientes emiten quejas somáticas gastrointestinales, respiratorias, presentan dolores de cabeza, y dolores no específicos.
El insomnio repercute en todos los ámbitos: emocional, cognitivo y conductual, social y laboral. Entre las consecuencias se encuentra la tendencia a tener accidentes de tráfico, de trabajo y un aumento del absentismo.
Los trastornos del sueño constituyen un problema epidémico global que además de importantes repercusiones en la salud y calidad de vida, tienen una negativa efecto económico y social.