El 22 de febrero se celebra el día europeo de la igualdad salarial.
La brecha salarial por razón de género, supone una diferencia de remuneración, siendo las mujeres las que terminan teniendo un salario inferior, incluso cuando realizan el mismo trabajo o de igual valor que los hombres. Además, la brecha salarial, hace referencia al llamado «techo de cristal», es decir, las mujeres tienen más obstáculos para acceder a determinado puestos de trabajo.
En algunos contextos, la brecha salarial se tiende a negar o se atribuye a razones que no tienen que ver con una discriminación por razón de género, o se justifica diciendo que son casos aislados. Expresiones como:
• “En mi organización (o empresa, sector,..), por lo menos, yo eso no lo he percibido”
• “La remuneración es por categorías, no se hace diferenciación por género”
• “No sé en otras empresas, pero en las que yo he estado no se dan sueldos distintos”
Estas ideas dificultan encontrar la solución a la denominada “brecha salarial” cuando se considera que es debida a causas que no tienen que ver con una discriminación económica deliberada ni con una diferenciación de género visible en el plano de las retribuciones, en vez de como síntoma de unas relaciones de género en un entorno social, cultural y laboral.
El día Europeo de la igualdad salarial tiene entre sus objetivos sensibilizar sobre la desigualdad salarial y social, y también concienciar sobre la importancia y la necesidad de adoptar medidas que contribuyan a poner fin a esta situación. Cumpliendo con los objetivos de desarrollo sostenible de la Agenda 2030: 5-Igualdad de género y 10-Reducción de las desigualdades,
En el contexto laboral en el que desempeñas tu trabajo, ¿has observado esta dificultad?
¿Qué avances, retos consideras necesarios para contribuir a la igualdad de género?.
Cada uno en su contexto social y laboral, tenemos que ser agentes de transformación de este cambio con proyectos e iniciativas que busque la reducción de las desigualdades.