Otro año más es el momento de revisar los objetivos alcanzados y modificar las expectativas. El propósito para el año que empieza: poner más atención en el momento presente, para, entre otras cosas, evitar anticipar el futuro o permanecer demasiado tiempo en el pasado.
Anticiparse a lo malo que puede pasar en el futuro sin valorar las oportunidades y beneficios que se pueden encontrar en el camino, puede fomentar la ansiedad, y en algunos casos la paralización de la toma de decisiones. Por otro lado, cuando revivimos el pasado y recordamos solo la parte menos atractiva, caemos en un estado de agotamiento que de nuevo, impide la actividad y afecta al día a día. La culpa no nos permite avanzar. Los reproches constantes hacia uno mismo y hacia los demás, son la causa de muchas discusiones y malestar en la convivencia. La autocrítica impide ver lo mejor de cada uno. Esta forma de reaccionar ante la vida puede derivar en sintomatología depresiva. Para prevenirla propongo realizar actividades que impliquen estar concentrado en el presente, dependerá de las preferencias de cada uno. Complementaremos esta actividad con el repaso de aspectos del pasado saludables o divertidos, o que nos haya aportado bienestar. Tengamos presente los buenos momentos para intentar recordarlos y comentarlos porque servirán de amortiguador en otra época de la vida.
Si necesitas una pequeña ayuda para mejorar tu presente, no dudes en contactar www.psicologafamiliar.com
Feliz Año Nuevo con propósitos nuevos
