LA REGULACIÓN DE LAS EMOCIONES

En Espacio de Psicología y Mediación Familiar se considera necesario educar las emociones a modo de prevención para reducir conflictos  personales e interpersonales en cualquier contexto. Justificamos la necesidad de comenzar la educación de las emociones en edades tempranas, ya en la etapa de educación infantil, y su continuo desarrollo a lo largo del ciclo vital.

Desde los primeros años podemos integrar en el proceso de enseñanza aprendizaje las competencias emocionales. Este proceso educativo debe ser continuo y permanente, como elemento esencial del desarrollo integral de la persona. El desarrollo de las habilidades emocionales puede ser por medio del aprendizaje en el medio escolar y familiar, y mediante la experiencia cotidiana enlos diferentes contextos en los que los menores se relacionan.

Como estrategia para la regulación de las propias emociones de los más pequeños, se plantea el modelado con la ayuda de los adultos. El propósito es que el adulto educador se muestre como guía en la tarea de la resolución de conflictos interpersonales e intrapersonales a partir de la aceptación de la propia responsabilidad y la planificación de la solución. Para esta estrategia contamos siempre con el compromiso de los adultos educadores que muestran su interés en el diseño de entornos educativos especialmente sensibles al desarrollo y educación de las emociones.

La primera etapa en la educación de las emociones consiste en reflexionar sobre el modelo de referencia que los educadores quieren mostrar a los menores. Hacer consciente al grupo de adultos en la educación emocional de sus alumnos, que van a marcar su huella en el proceso del desarrollo socioafectivo. Para esta contribución a largo plazo,  se requiere, además de una intervención educativa desde programas específicos, educadores emocionalmente inteligentes capaces de desarrollar procesos continuos de crecimiento personal que van a beneficiar directamente su relación con los otros (compañeros de trabajo, otros profesionales, familias…). De este modo, el educador que consigue regular sus propias emociones, actúa a su vez como elemento potenciador del desarrollo socioafectivo de los demás. Por tanto la educación emocional se desarrolla en cada una de las dinámicas que genera de forma natural en su vida.

A modo de reflexión: ¿el modelo educativo que propones contribuye a la responsabilidad de crear un mundo mejor?