La regulación emocional es un proceso que permite manejar las emociones agradables y desagradables, tolerar la frustración y saber posponer las gratificaciones. Implica el inicio de estados emocionales, la evitación y la inhibición, asi como la modulación de la ocurrencia, forma, intensidad y duración de las emociones. A través de la regulación de redirigen las respuestas emocionales, se consigue modificar la conducta.
Las habilidades para llegar a controlar las emociones se desarrollan desde la infancia. El aprendizaje de estrategias adecuadas de control de las emociones no pretende eliminalas o las reprimirlas. Es inevitable sentir emociones como la rabia, la tristeza o la culpa. Con la práctica de las estrategias se aprende a regular la intensidad y duración de las reacciones emocionales desagradables.
Estas estrategias de regulación emocional que se proponen a continuación se pueden trabajar desde la infancia. Para poder adquirir determinadas estrategias en los primeros años de vida, se necesita la guía del adulto:
- Buscar ayuda en los adultos o los iguales.
- Hablar sobre el problema.
- Distracción conductual a través de otra actividad.
- Distracción cognitiva para desviar la atención.
- Técnica de reconstrucción cognitiva, expresar los pensamientos negativos y dirigirlos hacia pensamientos más adaptativos.
- Reconocer el grado de responsabilidad para manejar el sentimiento de culpabilidad propio o hacia los demás.
- Ejercitar la conciencia plena, aprender a ser conciente del momento.
- La relajación para ayudar a manejar la respiración y darse cuenta de los cambios fisiológicos que producen las emociones.
- Centrarse en la resolución del problema.
En primer lugarm, la ayuda debe estar enfocada a identificar las propias emociones, aceptarlas, y ponerles nombre. Para poder reconocer las emociones se necesita un progresivo desarrollo cognitivo que permitirá diferenciar las reacciones que siente y también identificarlas según sean respuestas fisiológicas, conductales o pensamientos. La comprensión y la expresión adecuada de las emociones es un paso previo para llegar a controlarlas.
La práctica de las estrategias de regulación de las emociones tiene implicaciones directas sobre la autoestima y la motivación, contribuyendo a la educación de personas socialmente competentes.